Empezaré con mis bisabuelos paternos que son los que introducen a mis abuelos Miguel y Encarnación.
La cédula núm. 411 del Término Municipal de Almería de 24 de diciembre de 1896 y la cédula núm. 188 del mismo término de 25 de noviembre de 1898 que se adjuntan
dicen que
1) D. Antonio Díaz Martínez, domiiliado en calle de Apolo, piso bajo, cuartel 8º, de la parroquia de San Sebastián, es jefe de la familia descrita a la izquierda del siguiente gráfico.
Mi abuela, Encarnación Andújar Berenguel, murió en 1954 con 64 años. Fue la tercera de las cinco hijas de Francisco Andújar Vicente y Josefa Berenguel Pérez. En la cédula 188 aparece como profesión de mi bisabuelo "jornalero", pero después de ver tantas cédulas llego a la conclusión de que era la profesión que ponían a todos aquellos que vivían en la vega. De hecho, no se cuándo, abrió un estanco en el Paseo de Almería que fue el primero de la capital. Mi abuela, según le contaba a mi madre, se había criado como una señorita y su "papa" y su "mama" la sacaban a ella y sus hermanas a pasear en coche de caballos, llevaba botas altas con cordones y vestidos con refajos.
La cédula núm. 411 del Término Municipal de Almería de 24 de diciembre de 1896 y la cédula núm. 188 del mismo término de 25 de noviembre de 1898 que se adjuntan
1) D. Antonio Díaz Martínez, domiiliado en calle de Apolo, piso bajo, cuartel 8º, de la parroquia de San Sebastián, es jefe de la familia descrita a la izquierda del siguiente gráfico.
2) D. Francisco Andújar Vicente, domiciliado en la calle de Jaúl Bajo, cuartel 11º, de la parroquia de San Sebastián, es jefe de la familia descrita a la derecha del mismo.
En el primer documento aparece mi abuelo Miguel Rodríguez Beltrán en el hogar que forman Antonio Díaz Martínez y Francisca Beltrán Castillo.
En el segundo documento aparece mi abuela Encarnación Andújar Berenguel como la tercera hija de las cinco que tienen sus padres Francisco Andújar Vicente y Josefa Berenguel Pérez.
El siguiente esquema parte de los abuelos de mis abuelos y llega a ellos. Muestra sus nombres y apellidos, su año de nacimiento y la relación entre ellos.
Y en este otro esquema, juntos ambos llegan hasta mi padre
Y, por último, desde mis abuelos paternos y maternos hasta mí
En los gráficos siguientes aparece la composición de las familias Rodríguez Beltrán, Díaz Beltrán y Andújar Berenguel
Estos datos se pueden consultar en la página FamilySearch de la iglesia de los mormones.
En el año 1885, durante una epidemia de cólera, murió mi bisabuelo José Rodríguez Martínez. Justo al día siguiente de fallecer él, nacía mi abuelo Miguel Rodríguez Beltrán, que murió en 1964 a la edad de 79 años. En su hoja de inscripción de nacimiento, la 133, consta que nació el veintiocho de agosto de 1885 a las seis de la tarde en la calle Molinos del Viento de Almería, hijo legítimo de José Rodríguez Martínez, de 30 años recién fallecido y de Francisca Beltrán Castillo de 22 años viuda. Y fue inscrito por su tio Miguel Rodríguez Martínez de 28 años.
Aquí se puede ver su acta de inscripción en el Registro Civil de Almería (Sección 1ª, Tomo 33-1, página 133):
El siguiente documento fechado en 1893
es como una premonición. En él aparece mi bisabuela Francisca Beltrán Castillo, viuda de 31 años, seguida de mi abuelo Miguel Rodríguez Beltrán de 8 años y a continuación mi bisabuelo Francisco Andújar Vicente de 35, su mujer Josefa Berenguel Pérez de 33 y sus hijas Josefa, María y Encarrnación de 8, 6 y 3 años respectivamente. Es decir, en la misma hoja aparece mi abuelo Miguel con 8 años y la que sería su futura esposa, mi abuela Encarnación, con 3 años.
Corresponde este documento a una relación de personas que viven en las inmediaciones de la calle Jaúl. Es decir, en la vega de abajo.
La explicación a las distintas localizaciones de los documentos es obvia. Al extenderse la epidemia de cólera que sufrió Almería en 1885 y mi bisabuelo José contraer la enfermedad, y también debido al avanzado estado de gestación de mi bisabuela, la familia los llevó al cortijo familiar de los Molinos para que no estuvieran sólos. Al precipitarse los acontecimientos, mi bisabuelo murió el día 27 de agosto de 1885 y al día siguiente su mujer daba a luz a mi abuelo Miguel, el 28 de agosto de 1885. La epidemia se llevó a más miembros de la familia, entre ellos a Encarnación Beltrán Castillo, hermana de mi bisabuela y mujer de Miguel, hermano de mi bisabuelo, que quedaba viudo y con dos hijas, Inés y Encarnación Rodríguez Beltrán, con los mismos apellidos que mi abuelo. Una vez recuperada mi bisabuela volvió al cortijo de su marido muerto en la vega de abajo.
Después de ocho años de viudez mi bisabuela, Francisca Beltrán Castillo, se casó en segundas nupcias con Antonio Díaz Martínez. De este matrimonio nacieron los mellizos Antonio y Juan (en 1893), Josefa (en 1894) y Luis. Este último no aparece en la cédula anteriormente citada de 1896 porque nació en 1900 y Josefa murió de niña. Este documento también sitúa a la nueva familia Díaz Beltrán y mi abuelo Miguel en la calle Apolo, que era el hogar de Antonio y el cortijo del fallecido José Rodríguez Martínez seguía en manos de la familia Rodríguez hasta que su hijo Miguel creciera y pudiera hacerse cargo de él.
Por otro lado la hoja de inscripción de mi abuela (sección 1ª, Tomo 46-1, página 80) dice que nació el 22 de abril de 1890, era hija de Francisco y Josefa y nieta por línea paterna de Antonio y de María y de Bonifacio y Josefa por línea materna:
Respecto al nombre de mi tatarabuela María Vicente hay una pequeña confusión debido al poco rigor con que los escribientes, en general, actuaban. Según el padrón de 1868 se llamaba Ascensión Vicente, pero según el acta de inscripción, María Vicente. lo más seguro es que se llamara María de la Ascensión, pero no deja de ser una conjetura. El caso es que cuando nació su nieta Encarnación, ya había fallecido, según consta en el acta.
A los 18 años, en 1903, mi abuelo alcanzó la mayoría de edad y con ella la administración de la fortuna de su padre. En 1906 empezó a cortejar a mi abuela y al año siguiente mi bisabuelo Francisco Andújar Vicente se la entregó como esposa (en aquel tiempo mi abuelo Miguel era un excelente partido). Contaban entonces 22 años Miguel y Encarnación 17 años, Al año siguiente, el 12 de octubre de 1908, nació su primer hijo, José Rodríguez Andújar.
El cortijo heredado por mi abuelo y en el que vivió con mi abuela desde 1907 a 1951 estaba situado en lo que se llamaba la "vega de abajo". Abarcaba una gran extensión de tierras de huerta y labrantío, entre ellas los terrenos que ocupó posteriormente el estadio de la Falange. Por encima de dicho estadio habían más tierras y en ellas estaba ubicado el edificio del cortijo. Allí nacieron todos los hijos: Pepe, Miguel, Paco, Josefa, Ignacio, Encarna, Ramón y Jesús. E incluso dos nietas, Loli y Mercedes, hijas de Jesús. mi padre.
De los hermanos de mi abuelo, yo sólo he conocido de pequeño al tio Antonio Díaz Beltrán, que estaba casado con Francisca Ruano Berenguel y eran padres de Francisca, Josefa, Carmen, Antonio, Francisco, Manuel, María y Eusebia.
Dos de sus hijos son tios mios: Francisco Díaz Ruano por estar casado con la hermana de mi madre, Adela Oña Plaza, y Francisca Díaz Ruano por ser esposa de un hermano de mi padre, Miguel Rodríguez Andújar. Por tanto, mis primos Díaz Oña y Rodríguez Díaz son mis primos hermanos y primos segundos.
De las hermanas de mi abuela la única memoria que tengo viene a través de mi madre. La mayor, Pepita estuvo casada con Francisco Sánchez y Carmen, la penúltima, con Gabriel Rodríguez Córdoba (en su cédula aparece Córdova). Y tuvieron los hijos que indica el gráfico:
Fue Carmen y su marido Gabriel quiénes heredaron el estanco de mi bisabuelo, por eso el artículo aparecido en la Voz de Almería:
En 1958 mi padre emigró a Barcelona y mi madre, mis hermanas y yo nos reunimos con él en febrero de 1959. Estuvimos viviendo en Tarrasa, al lado de la riera y algunos domingos íbamos a visitar a la familia, uno de ellos a la prima de mi padre, Pepa Sánchez Andújar, a su casa de Granollers que
estaba delante de un campo de fútbol. Recuerdo aquel día como si fuera hoy.
Tenía un hijo de 14 años (yo cumplí 7 poco después) que creo que se
llamaba Paquito. Me llevó a un columpio que estaba al final de la primera
bocacalle a la izquierda saliendo de su casa en una especie de feria de barrio. También,
mi padre tuvo mucha relación con su primo Pepe, que estaba casado con Encarna
Pérez y era conserje de la escuela de Maestría de la calle Granada. Sus hijos
Sánchez Pérez deben ser más jóvenes que yo.
Con la otra
hermana de mi abuela, Carmen, hubo poca relación. Mi madre recuerda que su suegra
le contaba que, de recién casada, iba en coche de caballos al cortijo a comer.










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