jueves, 30 de abril de 2015

Capítulo III: "Mis abuelos paternos"

Empezaré con mis bisabuelos paternos que son los que introducen a mis abuelos Miguel y Encarnación.
La cédula núm. 411 del Término Municipal de Almería de 24 de diciembre de 1896 y la cédula núm. 188 del mismo término de 25 de noviembre de 1898  que se adjuntan





dicen que
1) D. Antonio Díaz Martínez, domiiliado en calle de Apolo, piso bajo, cuartel 8º, de la parroquia de San Sebastián, es jefe de la familia descrita a la izquierda del siguiente gráfico.
2) D. Francisco Andújar Vicente, domiciliado en la calle de Jaúl Bajo, cuartel 11º, de la parroquia de San Sebastián, es jefe de la familia descrita a la derecha del mismo.

En el primer documento aparece mi abuelo Miguel Rodríguez Beltrán en el hogar que forman Antonio Díaz Martínez y Francisca Beltrán Castillo.
En el segundo documento aparece mi abuela Encarnación Andújar Berenguel como la tercera hija de las cinco que tienen sus padres Francisco Andújar Vicente y Josefa Berenguel Pérez.

El siguiente esquema parte de los abuelos de mis abuelos y llega a ellos. Muestra sus nombres y apellidos, su año de nacimiento y la relación entre ellos.
Y en este otro esquema, juntos ambos llegan hasta mi padre
Y, por último, desde mis abuelos paternos y maternos hasta mí

En los gráficos siguientes aparece la composición de las familias Rodríguez Beltrán, Díaz Beltrán y Andújar Berenguel


Estos datos se pueden consultar en la página FamilySearch de la iglesia de los mormones.



En el año 1885, durante una epidemia de cólera, murió mi bisabuelo José Rodríguez Martínez. Justo al día siguiente de fallecer él, nacía mi abuelo Miguel Rodríguez Beltrán, que murió en 1964 a la edad de 79 años. En su hoja de inscripción de nacimiento, la 133, consta que nació el veintiocho de agosto de 1885 a las seis de la tarde en la calle Molinos del Viento de Almería, hijo legítimo de José Rodríguez Martínez, de 30 años recién fallecido y de Francisca Beltrán Castillo de 22 años viuda. Y fue inscrito por su tio Miguel Rodríguez Martínez de 28 años.
Aquí se puede ver su acta de inscripción en el Registro Civil de Almería (Sección 1ª, Tomo 33-1, página 133):


El siguiente documento fechado en 1893


es como una premonición. En él aparece mi bisabuela Francisca Beltrán Castillo, viuda de 31 años, seguida de mi abuelo Miguel Rodríguez Beltrán de 8 años y a continuación mi bisabuelo Francisco Andújar Vicente de 35, su mujer Josefa Berenguel Pérez de 33 y sus hijas Josefa, María y Encarrnación de 8, 6 y 3 años respectivamente. Es decir, en la misma hoja aparece mi abuelo Miguel con 8 años y la que sería su futura esposa, mi abuela Encarnación, con 3 años.
Corresponde este documento a una relación de personas que viven en las inmediaciones de la calle Jaúl. Es decir, en la vega de abajo. 

La explicación a las distintas localizaciones de los documentos es obvia. Al extenderse la epidemia de cólera que sufrió Almería en 1885 y mi bisabuelo José contraer la enfermedad, y también debido al avanzado estado de gestación de mi bisabuela, la familia los llevó al cortijo familiar de los Molinos para que no estuvieran sólos. Al precipitarse los acontecimientos, mi bisabuelo murió el día 27 de agosto de 1885 y al día siguiente su mujer daba a luz a mi abuelo Miguel, el 28 de agosto de 1885. La epidemia se llevó a  más miembros de la familia, entre ellos a Encarnación Beltrán Castillo, hermana de mi bisabuela y mujer de Miguel, hermano de mi bisabuelo, que quedaba viudo y con dos hijas, Inés y Encarnación Rodríguez Beltrán, con los mismos apellidos que mi abuelo. Una vez recuperada mi bisabuela volvió al cortijo de su marido muerto en la vega de abajo. 

Después de ocho años de viudez mi bisabuela, Francisca Beltrán Castillo, se casó en segundas nupcias con Antonio Díaz Martínez. De este matrimonio nacieron los mellizos Antonio y Juan (en 1893), Josefa (en 1894) y Luis. Este último no aparece en la cédula anteriormente citada de 1896 porque nació en 1900 y Josefa murió de niña. Este documento también sitúa a la nueva familia Díaz Beltrán y mi abuelo Miguel en la calle Apolo, que era el hogar de Antonio y el cortijo del fallecido José Rodríguez Martínez seguía en manos de la familia Rodríguez hasta que su hijo Miguel creciera y pudiera hacerse cargo de él.


Por otro lado la hoja de inscripción de mi abuela (sección 1ª, Tomo 46-1, página 80) dice que nació el 22 de abril de 1890, era hija de Francisco y Josefa y nieta por línea paterna de Antonio y de María y de Bonifacio y Josefa por línea materna:




Respecto al nombre de mi tatarabuela María Vicente hay una pequeña confusión debido al poco rigor con que los escribientes, en general, actuaban. Según el padrón de 1868 se llamaba Ascensión Vicente, pero según el acta de inscripción, María Vicente. lo más seguro es que se llamara María de la Ascensión, pero no deja de ser una conjetura. El caso es que cuando nació su nieta Encarnación, ya había fallecido, según consta en el acta.

Mi abuela, Encarnación Andújar Berenguel, murió en 1954 con 64 años. Fue la tercera de las cinco hijas de Francisco Andújar Vicente y Josefa Berenguel Pérez. En la cédula 188 aparece como profesión de mi bisabuelo "jornalero", pero después de ver tantas cédulas llego a la conclusión de que era la profesión que ponían a todos aquellos que vivían en la vega. De hecho, no se cuándo, abrió un estanco en el Paseo de Almería que fue el primero de la capital. Mi abuela, según le contaba a mi madre, se había criado como una señorita y su "papa" y su "mama" la sacaban a ella y sus hermanas a pasear en coche de caballos, llevaba botas altas con cordones y vestidos con refajos.

A los 18 años, en 1903, mi abuelo alcanzó la mayoría de edad y con ella la administración de la fortuna de su padre. En 1906 empezó a cortejar a mi abuela y al año siguiente mi bisabuelo Francisco Andújar Vicente se la entregó como esposa (en aquel tiempo mi abuelo Miguel era un excelente partido). Contaban entonces 22 años Miguel y Encarnación 17 años, Al año siguiente, el 12 de octubre de 1908, nació su primer hijo, José Rodríguez Andújar.

El cortijo heredado por mi abuelo y en el que vivió con mi abuela desde 1907 a 1951 estaba situado en lo que se llamaba la "vega de abajo". Abarcaba una gran extensión de tierras de huerta y labrantío, entre ellas los terrenos que ocupó posteriormente el estadio de la Falange. Por encima de dicho estadio habían más tierras y en ellas estaba ubicado el edificio del cortijo. Allí nacieron todos los hijos: Pepe, Miguel, Paco, Josefa, Ignacio, Encarna, Ramón y Jesús. E incluso dos nietas, Loli y Mercedes, hijas de Jesús. mi padre.

De los hermanos de mi abuelo, yo sólo he conocido de pequeño al tio Antonio Díaz Beltrán, que estaba casado con Francisca Ruano Berenguel y eran padres de Francisca, Josefa, Carmen, Antonio, Francisco, Manuel, María y Eusebia.
Dos de sus hijos son tios mios: Francisco Díaz Ruano por estar casado con la hermana de mi madre, Adela Oña Plaza, y Francisca Díaz Ruano por ser esposa de un hermano de mi padre, Miguel Rodríguez Andújar. Por tanto, mis primos Díaz Oña y Rodríguez Díaz son mis primos hermanos y primos segundos.

De las hermanas de mi abuela la única memoria que tengo viene a través de mi madre. La mayor, Pepita estuvo casada con Francisco Sánchez y Carmen, la penúltima, con Gabriel Rodríguez Córdoba (en su cédula aparece Córdova). Y tuvieron los hijos que indica el gráfico:

Fue Carmen y su marido Gabriel quiénes heredaron el estanco de mi bisabuelo, por eso el artículo aparecido en la Voz de Almería:


contiene algunos errores, debidos en parte al desconocimiento  de sus descendientes de que el estanco pertenecía al padre de Carmen e incluso cambían los apellidos de ésta y dicen que se llamaba Carmen Andújar Góngora cuando, en realidad, se llamaba Carmen Andújar Berenguel.




En 1958 mi padre emigró a Barcelona y mi madre, mis hermanas y yo nos reunimos con él en febrero de 1959. Estuvimos viviendo en Tarrasa, al lado de la riera y algunos domingos íbamos a visitar a la familia, uno de ellos a la prima de mi padre, Pepa Sánchez Andújar,  a su casa de Granollers que estaba delante de un campo de fútbol. Recuerdo aquel día como si fuera hoy. Tenía un hijo de 14 años (yo cumplí 7 poco después) que creo que se llamaba Paquito. Me llevó a un columpio que estaba al final de la primera bocacalle a la izquierda saliendo de su casa en una especie de feria de barrio. También, mi padre tuvo mucha relación con su primo Pepe, que estaba casado con Encarna Pérez y era conserje de la escuela de Maestría de la calle Granada. Sus hijos Sánchez Pérez deben ser más jóvenes que yo.
Con la otra hermana de mi abuela, Carmen, hubo poca relación. Mi madre recuerda que su suegra le contaba que, de recién casada, iba en coche de caballos al cortijo a comer.


Capítulo II: El origen de los Andújar


El siguiente árbol muesta a mi abuela Encarnación Andújar Berenguel, a sus padres Francisco y Josefa (mis bisabuelos) y a sus abuelos Antonio y Asunción y Bonifacio y Josefa (mnis tatarabuelos



Los padres de mi abuela paterna se llamaban Francisco Andújar Vicente (nacido en 1857) y Josefa Berenguel Pérez (nacida en 1859).
Los padres de mi bisabuelo Francisco Andújar Vicente fueron Antonio Andújar Martínez (nacido en 1817) y Ascensión Vicente Ruiz (nacida en 1818).


Mis tatarabuelos (1.5 y 1.6) tuvieron 5 hijos: Manuel (1845), Dolores (1851), Francisco (1854), Rosa (1857) y José (1859). Este Francisco fue mi bisabuelo. Su fecha de nacimiento fue seguramente 1857 porque habría un retraso en cerrar el censo de 1868.


Mis tatarabuelos (1.7 y 1.8), padres de mi bisabuela Josefa Berenguel Pérez, fueron Bonifacio Berenguel Andújar (nacido en 1818) y Josefa Pérez Albacete (nacida en 1820)



En el documento de 1855 siguiente aparecen los hijos mayores de mis tatarabuelos Bonifacio y Josefa: Juan, Francisco, Ignacio, Bonifacio, José y Francisco. Aún no había nacido mi bisabuela Josefa Berenguel Pérez, que fue la menor


Lo fecho en 1855 porque en él Bonifacio tiene 6 años y en el documento siguiente de 1895 aparece Bonifacio con 46 años





Capítulo I: Origen de los Rodríguez


La cédula de 1868 del Ayuntamiento Constitucional de Almería que aparece a continuación


nos habla del primer Rodríguez de la familia del que tenemos constancia. Su nombre fue Miguel Rodríguez y el de su esposa Francisca Martínez, nacidos, respectivamente, en 1821 y 1824. Tuvieron ocho hijos: Francisca (1846), Bernardo (1848), Francisco (1852), José (1855), Miguel (1858), Ramón (1860), Rosa (1862) y María (1864). 
Este José Rodríguez Martínez es mi bisabuelo y su hermano Miguel es el que inscribirá a mi abuelo Miguel en el Registro.
Algunos de estos hijos murieron y no tuvieron descendencia: Bernardo, Ramón y María.
Los que sobrevivieron aparecen en varias cédulas. Por ejemplo, Francisco Rodríguez Martínez casado con Isabel López Clemente y con tres hijas, domiciliado en la calle Motserrat de Almería



Rosa Rodríguez Martínez casada con Juan Capel Escámez y con un hijo aparece domiciliada en el cortijo de Molinos de Viento en una cédula de 1891


El siguiente documento de 1892 sitúa al tio de mi abuelo, Miguel  Rodríguez Martínez, viudo de 34 años y con dos hijas, Encarnación e Inés Rodríguez Beltrán, de 12 y 10 años, respectivamente, residiendo en Plaza de la Princesa, de lo que deduzco que dos hermanas Beltrán Castillo se casan con dos hermanos Rodríguez Martínez.


Y la siguiente cédula de 1896 muestra a cuatro de los hermanos domiciliados en el cortijo de Molinos de Viento. En ella constan Jose Felices Pavia, marido de Francisca Rodríguez Martínez (que lo ponen como cabeza de familia porque es el mayor), Rosa Rodríguez Martínez con su esposo Juan Capel Escámez pero sin el niño (lo que indica que murió) y Miguel Rodríguez Martínez, viudo de 35 años, con sus dos hijas Inés y Encarnación.


No obstante, aunque estos documentos no son muy de fiar en lo que se refiere a fechas (ya que la fecha que corresponde a la firma, normalmente es posterior a la toma de datos y los datos, a veces, los suministran los familiares y, por eso, no son exactos), si representan una fuente inapreciable para conocer la composición de la familia.

Introducción


En este blog haré el relato de la historia de mi familia, tanto paterna como paterna. Unos datos me vienen de mi padre, otros de mi madre y algunos de terceras personas.
Desde pequeño supe los nombres y apellidos de mis abuelos y algún hecho puntual como que mi abuelo Miguel nació en el año del cólera, un día después de morir su padre.
En un primer momento busqué en Internet cuándo ocurrieron las epidemias de cólera en Almería y llegué a la conclusión de que mi abuelo nació en 1885. Esta fecha me fue de mucha utilidad más tarde.
Posteriormente, encontré en la red el portal FamilySearch de los mormones y descubrí que los censos de Almería del siglo XIX habían sido microfilmados por ellos y eran de libre acceso y, por tanto, podía consultarlos.
A raíz de ahí he llegado hasta mis tatarabuelos paternos. Para los maternos no me ha servido ya que estos parientes proceden de Tabernas y no están en Internet.
Por último, mi reciente visita al Registro de Almería ha completado el proceso.
En los capítulos que siguen describo todo el proceso con detalle y los logros a los que he llegado.